Olivia* Lilith
Mensajes : 347 Fecha de inscripción : 14/07/2008 Edad : 29 Localización : Donde sea, pero lejos de aquí
| Tema: Ängeles [N/F/I] Vie Nov 28, 2008 6:04 pm | |
| Bueno... ya me tocaba a mi poner algo en esta sección xD Esta es una de mis Top-5 de historias preferidas, pero no llevo mucho. Habiendo avisado... empiezo a poner la ficha Título: Ängeles (no os burleis de mi, que los títulos se me dan mal...] Autor: Yo, claro xD Género: Fantástica... *ejem* Sinopsis: Ya se vera xD Personajes: Daniel, Ariana, Mireia... Ambientación: Tierra xD Otros: Mientras estaba escribiendo el primer capítulo, se me encendió la bombilla, y me di cuenta de que Daniel es igualito a uno de mis actores preferidos, Gaspard Ulliel... O.o En breves, el primer cap ^^ | |
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Olivia* Lilith
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| Tema: Re: Ängeles [N/F/I] Vie Nov 28, 2008 6:05 pm | |
| Capítulo Primero.
Suspiré, y llamé a la puerta, que se abrió prácticamente al instante. -¡Ah, Ariana! ¡Qué bien que has llegado! Roberto y yo ya nos íbamos. Las llaves están donde siempre, la comida está hecha, los números de teléfono en el armario de la entrada. Corre, los niños te esperan.- la mujer soltó la perorata sin tomar aire. Yo asentí, cansada. La misma charla todos los viernes. Y, sin darme tiempo a poner un pie en la casa, los padres de Nico, Susana y Raúl ya se habían ido. Los niños se abalanzaron sobre mí, su... ¿tercera? ¿cuarta? Canguro. Raúl y Susana sonrieron y empezaron a contarme todos y cada uno de los detalles de sus jóvenes vidas, mientras Nico se sentaba en el suelo y me miraba implorante con sus enormes ojos azules. Sonreí, le cogí en brazos, e indiqué a los niños que se preparasen. Cinco minutos después, Susana y Raúl corrian raudos hacia el parque, mientras yo exclamaba, en vano que me esperasen. Siempre, cada semana, la misma historia. Todos los viernes hacía de canguro para estos tres diablillos de cinco, tres y un año; todas las semanas les sacaba al parque, ya que tenerles a los tres en una casa era una tortura, tanto para ellos como para mí. Raúl se revolcaba en el barro mientras Susana miraba malévolamente a la niña que se le había colado en el tobogán; y yo llevaba a Nico a los columpios. Como siempre. Pero esa frase dejó de tener sentido cuando alguien me aprisonó, una mano en la boca y otra en la cintura, y una voz, masculina y joven, susurraba en mi oído: “Te espero esta noche en la esquina de tu casa.” Me intenté zafar, asustada, pero antes de que consiguiera siquiera volverme, el joven se había ido. Detrás de mi solo había un gran perro gris, con aires de lobo. Miré a Nico, que se reía, inocente, mientras se columpiaba. ¿Habían sido imaginaciones mías? No, había sido demasiado real para eso. ¿Pero entonces? No había ningún sitio donde ir en menos de un segundo, los únicos árboles estaban al menos a quinientos metros. Me giré hacia Nico y esbocé una sonrisa forzada. Un poco después, sintiéndome observada, me giré, y vi al mismo perro de antes. Me miraba intentando decirme algo, o al menos así lo parecía. Me acerqué a él, alargando la mano para acariciarle, y me gruñó. Solo que no miraba en mi dirección, sino hacia los árboles que se encontraban detrás mío. Me giré, apartándo la mano rápidamente, no sea que le entrasen instintos caníbales de repente, y me fijé en el otro perro. Primer parpadeo. Un perro enorme, más aún que el gris, con las fauces abiertas y babeantes. Segundo parpadeo. Un león, con la cola de serpiente. Tercer, cuarto parpadeos. León. Emití un grito ahogado, dando dos pasos trastabillantes hacia atrás, mientras el perro gris se adelantaba, gruñendo, hacia el... la... la criatura. Agarré a Nico de la mano, y llamé, con voz entrecortada a Susana y Raúl, que me miraron enfadados. Apresuradamente, agarré a Raúl de la mano y me di la vuelta. Aunque no lo suficientemente rápido como para no ver como el perro gris gemía de dolor cuando la criatura le atacaba. Con sus dos cabezas. Sacudí la cabeza y regresé a la casa. | |
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